Lo que más le gustaba de estar con sus amigos era tocar música. Sin duda. No necesitaban altavoces ni aparatos complejos. Solo una guitarra, algo de percusión y a veces una de las chicas llevaba el Xilófono, con eso bastaba. El rasgueo de las cuerdas empezaba siempre igual, suave, lento y rítmico, pero rara vez terminaba del mismo modo. Se unían poco a poco las palmas sobre el capo del coche o sobre el suelo, y enseguida el suave tintineo del Xilofono. Siempre les ponía de buen humor la música. Eso y el buen tiempo claro. Cuando las dos cosas coincidían parecían extasiados de tanta felicidad. Era una pena que solo se juntaran un par de veces a la semana, el resto de días solo se aburrían por no saber bien que hacer con sus vidas. Deambulaban probando cosas que la televisión les había prometido de una felicidad infinita, pero que nunca era así. Luego se reunían los fines de semana, o en cualquier hueco que tuviesen en sus típicas vidas... cogían sus instrumentos y se iban a cualquier sitio donde el ruido de la ciudad y la rutina quedase bien lejos; un sitio con sol, naturaleza y una buena vista del mar.
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Lyrics - Life in Film
Precioso
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