viernes, 21 de octubre de 2011

El sentido de su vida...

Ya no caminaba tan rápido como antes, pero sin embargo su paso era decidido como cuando era joven. Habían pasado casi 40 años desde la última vez que había estado en aquel lugar. ¿O eran 30? No estaba seguro. Había vivido mucho. Había pasado por dos guerras en dos países diferentes, por varios cambios de gobiernos, por épocas de paz en países caribeños y africanos. Se había enamorado y había tenido hijos. Había perdido una esposa y había encontrado una amante una década después. Había caminado por infinidad de praderas bordeadas por riachuelos, idénticas a la que se encontraba en aquel momento. Cruzo el riachuelo por su parte más estrecha. Salto ágilmente de roca en roca para no mojarse las altas botas camperas que llevaba. Había perdido rapidez, pero era igual de ágil que siempre. El campo siempre sigue igual, pensó. Las ciudades y los pueblos cambian en tan solo unos años, pero el campo no. El campo se mantiene año tras año. Subió la colina y paso entre varios manadas de caballos. Su mirada estaba clavada en su destino. Un viejo roble que ya era viejo cuando su padre nació. Al llegar lo vio tal como estaba, había pasado casi medio siglo y su tronco seguía igual. En el campo parece que no pasa el tiempo. Busco una hendidura en el árbol y metió la mano. Tanteó un poco y encontró lo que quería. Sonrió al darse cuenta de que lo había encontrado, que no le había costado nada en absoluto. Se acerco al oído ese recuerdo de su padre, y comprobó que no funcionaba. Era de esperar, nadie le había dado cuerda en años. Un reloj de bolsillo. Es curioso como algo que marcaba el tiempo, algo que siempre iba hacia adelante, hacia el futuro, le mandaba directo al pasado. Había perdido la cuenta del numero de inviernos que había vivido, pero cuando vio ese reloj de nuevo, le mando a cuando solo había visto nueve. Recordaba a su padre dejando el reloj en ese árbol, y lo que le dijo: "Hijo, este reloj estará siempre aquí. Se convertirá en un prueba de que tu y yo estuvimos aquí en este instante. Cuando hayas vivido suficiente vuelve a por él. Entonces inevitablemente echarás la vista atrás. Si no te gusta lo que has vivido dejalo aquí, y vuelve más tarde. Si, en cambio, te gusta como ha sido tu vida, trae a tus hijos y cuentales esto. Cuentales que el tiempo va siempre hacia adelante, que la vida es para disfrutarla y para ser felices. Cuentales que vivir es un regalo, y que por muchos malos momentos que pasen, siempre habrá algo que nos haga sentir afortunados". Miró hacia atrás y vio a sus hijos, eran mayores que cuando el estuvo con su padre, pero eso daba igual, tenían una historia que escuchar. Su historia.

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Lyrics - Midlake

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